Dormitorio 1
- 1 cama doble
Dormitorio 2
- 1 cama doble
Dormitorio 3
- 1 cama doble
Can Sand es una bonita casa con una arquitectura de estilo rústico contemporáneo, donde predominan los colores blancos y ocres, detalles de madera, piedra y luz natural.
Un auténtico trocito de paraíso, escondido entre pinos y sabinas y perfectamente integrado en el paisaje de Formentera.
La casa es obra del famoso arquitecto Henri Quille y aparece publicada en diversos libros de arquitectura.
La villa dispone de tres habitaciones; en la zona principal encontramos un dormitorio doble, un amplio baño, un salón con chimenea, una cocina y una entreplanta anexa a un segundo dormitorio doble. En el exterior tenemos un anexo totalmente independiente con una habitación doble, cocina, baño y terraza. Alrededor de la casa hay increíbles terrazas para el verano y el invierno con grandes cactus y un jardín zen. Para completar la magia de la casa encontramos una pequeña piscina perfecta para tomar un aperitivo o refrescarse durante los días de verano
La casa cuenta con una amplia cocina totalmente equipada, aire acondicionado, wi-fi y parquin exterior privado con capacidad para varios coches.
La ubicación es excelente, a poca distancia del mar, y en concreto, de una de las mejores playas de la zona, Cala Saona, donde también encontrará algunos de los mejores restaurantes de la isla.
Can Sand sorprende por su destacada arquitectura, originalidad y diseño que harán de su estancia en una experiencia mágica junto a la naturaleza y el mar.
Los extras están sujetos a disponibilidad. Algunos de estos servicios pueden reservarse después del proceso de reserva de la villa.
Ubicada a solo un corto trayecto en ferry desde Ibiza, Formentera es la isla más pequeña y virgen de las Baleares, un auténtico tesoro conocido por sus playas prístinas, aguas turquesas y ambiente relajado. Este paraíso es el destino perfecto para quienes buscan tranquilidad, naturaleza y el encanto mediterráneo.
Sus playas más famosas, Ses Illetes y Playa de Llevant, son comparadas con el Caribe por su arena blanca y aguas cristalinas, ideales para nadar y tomar el sol. Para los amantes de la aventura, Cala Saona ofrece acantilados impresionantes y condiciones perfectas para el snorkel, mientras que Es Caló de Sant Agustí enamora con sus tradicionales casetas de pescadores y su paisaje espectacular.
Formentera también alberga lugares icónicos como el Faro de La Mola, que se alza sobre un acantilado con vistas panorámicas al Mediterráneo, y el Faro de Cap de Barbaria, famoso por su ambiente místico y aislado. La belleza natural de la isla se extiende hasta el Parque Natural de Ses Salines, donde las salinas crean un paisaje espectacular, especialmente al atardecer.
Más allá de sus playas, Formentera posee un rico patrimonio cultural. El encantador pueblo de Sant Francesc Xavier, la capital de la isla, cuenta con una iglesia histórica, tiendas boutique y acogedores cafés que reflejan el estilo de vida relajado de la isla. La zona de Sant Ferran de Ses Roques, que en su día fue un punto de encuentro para artistas y hippies, sigue manteniendo su espíritu bohemio con música en vivo y mercados de arte.
Con sus aguas cristalinas, su vibrante vida marina y su compromiso con el turismo sostenible, Formentera es un destino que enamora a quienes buscan tanto relajación como aventura. Ya sea recorriendo sus rutas escénicas en bicicleta, disfrutando de mariscos frescos en un chiringuito frente al mar o contemplando una mágica puesta de sol desde un mirador costero, Formentera promete una experiencia mediterránea inolvidable.